Tradiciones
y Costumbres -
Cada
país, cada pueblo habla de si mismo a través de sus
manifestaciones artesanales, estas representan y expresan sus
vivencias y necesidades pues son obras que generalmente tienen un
fin ya sea decorativo o práctico, con frecuencia llevan el sello de
sus creadores por lo que suelen ser especiales y numerosas veces
identifican a una región ó estado, nuestra expresiones artesanales
son muchas: elementos decorativos, comidas y bebidas, cerámicas,
cesterías, licores, papelería, pinturas, tejidos, zapatería,
vestimenta, orfebrería, adornos, tallas y objetos de madera,
construcciones, mueblerías, chinchorros y hamacas…entre muchas
otras son algunas de las expresiones artesanales que se encuentran
en Venezuela; a través de ella expresamos lo que es nuestra gente,
como es nuestra forma de vida y que lleva en el alma nuestro pueblo.
La
Virgen del Valle
De
acuerdo con la tradición religiosa de nuestro país, la Virgen del
Valle es considerada como la patrona del oriente de Venezuela,
siendo venerada con especial devoción en la isla de Margarita. Cada
8 de septiembre se celebra su día, fecha en la que acuden miles de
peregrinos a venerarla en su santuario ubicado en el Valle de
Margarita, cerca de Porlamar. Las festividades duran varios días y,
en cada uno de ellos, la Virgen luce un bello traje diseñado con
las telas suministradas por sus devotos.
En
los inicios de la conquista los españoles fundaron en la isla de
Cubagua, la ciudad de Nueva Cádiz. En poco tiempo dicha ciudad
creció vertiginosamente derivado de la extracción de perlas que
abundaban en sus mares. Durante este período los habitantes de
Nueva Cádiz encargaron a España una imagen de la Inmaculada
Concepción para poner la ciudad bajo su protección. La imagen llegó
a Cubagua en el año 1530, pero pocos años después, el 25 de
diciembre de 1541, un huracán arrasó Nueva Cádiz y con ella la
iglesia donde estaba la imagen de la Virgen. Al salvarse
milagrosamente la imagen de la Virgen, los pobladores de Cubagua
decidieron ponerla salvo de nuevos cataclismos, llevándola en 1542
a una hacienda en El Valle de la Isla de Margarita, donde le
construyeron una pequeña ermita. Con el paso del tiempo el lugar
dio el nombre a la imagen, que comenzó a llamarse la Virgen del
Valle.
En
el año de 1608, la isla de Margarita experimentó una gran sequía.
Por tal motivo, los margariteños decidieron sacar la Virgen y
llevarla en procesión hasta la Asunción. De acuerdo con los
testimonios que se tienen de la época, en el momento en que la
procesión llegó a esta ciudad, el cielo se ennegreció y pronto
comenzó a precipitarse una fuerte lluvia sobre toda la isla. Además
del relato anterior, existen varias leyendas sobre la Virgen del
Valle. Según una de éstas, la imagen de la Virgen fue pintada por
los ángeles que se la llevaron a los indios para que ella los
protegiera de los abusos de los conquistadores. Unos guaiqueríes la
encontraron sobre unos matorrales y se la llevaron a Palguarime para
construirle allí una capilla. No obstante, al poco tiempo la Virgen
apareció nuevamente en el sitio donde se le había encontrado.
Finalmente, los indígenas entendieron que era allí donde quería
la Virgen ser venerada y le construyeron una capilla que con el
tiempo, se habría de transformar en el santuario de hoy. Según
otra leyenda, la Virgen estuvo al lado de los patriotas en la
batalla de Matasiete, durante la guerra de Independencia. En este
sentido, ella animaba a los patriotas y curaba sus heridas, por lo
que también se le conoce como la Virgen Patriota.
La
Virgen del Valle es también conocida como la Patrona de los
marineros, que la llaman en oriente "la más tierna y dulce de
las madres" y siempre la invocan antes de zarpar o lanzar la
red. Según otra leyenda, un pescador llamado Domingo estaba
buscando perlas en el fondo del mar y pisó una enorme raya que le
hincó su púa. Como consecuencia de esto, la pierna se le ulceró y
los médicos opinaron que había que amputarla para salvarle la
vida. Ante estas circunstancias la esposa de Domingo fue a pedirle
con mucha fe a la Virgen del Valle por la salud de éste. Al poco
tiempo el pescador sanó de manera milagrosa, por lo que le prometió
que en pago le ofrecería la primera perla que consiguiera. Fue al
mar y al abrir una ostra, halló una perla que reproducía con
asombrosa fidelidad la forma de su pierna y hasta el rastro de su
cicatriz. Un hecho que de alguna manera confirma este asombroso
relato, es que la perla que encontró Domingo se puede observar en
el museo del santuario, junto con numerosos objetos de oro, plata y
piedras preciosas que le han regalado a la Virgen en pago de
milagros concedidos.
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